martes, agosto 01, 2006

De Regreso.

Estoy de regreso de mis vacaciones, alguien al verme, a modo de saludo dijo: "esa sonrisa no le va a durar mas de tres días" (yo espero que si), debe ser que en mi cara se reflejaba la placidez que produce tomar un descanso, para poder asumir la rutina del trabajo con renovados bríos, porque hasta la naturaleza se toma pausas, al sembrar una semilla pasa un tiempo en el aparentemente nada ocurre, pero vaya que si hay cambios pues sin siembra no hay cosecha, pero ese es otro tema.

En algún taller de planeación oí esta historia de 2 leñadores:.

En cierta ocasión, un hombre joven llegó a un campo de leñadores, ubicado en la montaña, con el propósito de obtener trabajo. El capataz le informó que el horario era de 8 a 5 con un 1 hora de almuerzo y se le pagaría por el número de árboles cortados.

El primer día trabajó arduamente y como resultado, taló 35 árboles. Un compañero suyo taló la misma cantidad.

Su intención era superarlo, el segundo día, trabajó tanto como el primero, solo tomo media hora de almuerzo, pero su producción, fue escasamente la mitad del primer día. su compañero que se tomo el descanso del almuerzo no redujo su numero de árboles talados.

Al tercer día, se propuso mejorar su producción. Madrugó mas, no paró para el almuerzo, golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los resultados fueron nulos. Al ver que su compañero no disminuía su producción le preguntó:

¿Cómo pudiste cortar tanta leña? Si yo he trabajado sin descansar?

A lo que este le respondió: "¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?"

El joven respondió: "realmente no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles.

Esa es la respuesta, por que yo, mientras descansaba, afilaba el hacha.

A muchos nos sucede lo mismo. Es conveniente darnos tiempo para descansar y así poder afilar nuestras habilidades y destrezas, manteniéndolas al día.

Por que al tomar distancia de la rutina, se le puede ver desde lejos y así se puede apreciar el conjunto, por la mayoría de veces los árboles no dejan que veamos el bosque.

¿Qué tan afiladas están hoy nuestras hachas?

Y como leitmotiv todo es un nuevo comienzo, como cuando nace el día en el romper la luz del sol al amanecer, así mismo la semilla rompe el suelo para mostrar sus primeros brotes a ese sol que le dará la vida.

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